3 de junio de 2009

Mi ayer en su mañana de hoy



... y otra vez, el anciano... durmió… y en sus sueños, en voz alta soñó:

“Cuando os miro a los ojos, hijos míos, veo reflejado mi ocaso en vuestro mediodía;
y al imaginar la mirada de vuestros hijos venideros, veo ya mis noches en sus mañanas;
vuestro crepúsculo en su amanecer; mi hora queda en vuestra alborada;
sus sueños en vuestras realidades; vuestros miedos en mis dolores.

¿Sabeis? hace tiempo ya, yo también fui alba de mis ilusiones;
y también un hermoso mediodía de quimeras y fantasías;
y casi en un suspiro paso mi atardecer... y hasta anochecí;
aurora fui… el crepúsculo viví y a la anochecida llegué.

Abrázadme hijos míos, mientras yo viva,... y viviré...
en mi ayer... vuestro mañana de mi hoy;
eso sí...
... con mis nostalgias y mis tristezas.”

y al despertar...lloró... sin saber porqué….

Manolo Navarro
fotógrafo

2 comentarios:

  1. Qué buena similitud, y qué buena reflexión de lo fue, de lo que es, y de lo que, algún día, será.

    Es muy bueno tu relato. Has tardado en volver a escribir, pero ha merecido la pena.

    Besos.

    ResponderEliminar