Ayer, mi caprichito escribió en su blog un hermoso pensamiento sobre la amistad y me recordó un viejo artículo que escribí allende otros tiempos pero no muy distintos a estos; en su honor y con mucho cariño... hoy lo vuelvo a editar. Curiosamente la fotografía que me lo inspiró fue la que adorna este mensaje.... mi mano agarrando la suya... la de mi caprichito.
"Querida y apreciada Amistad: hoy vuelvo a tener la necesidad de escribirte; espero que al recibir ésta, os encontréis tú y todos los nuestros bien; aquí todos bien a.D.G.
Como digo, de nuevo hoy de te escribo, sé que acoges todas mis cartas con el mismo calor y ternura como con los que yo te escribo. Y hoy ¡necesito hablarte tanto!; sí, mi cariñosa Amistad, porque vuelvo a estar triste, una vez más.
Mi maravillosa Amistad, vuelvo hoy con mi eterna inquietud, ésa que por mor de mi empedernida valoración profunda de ti, querida Amistad, me planteo casi a diario. Vuelvo a tener mis dudas, cada vez con más fuerza, sobre si esa persona, que por la sencilla y básica razón de ser coincidente en mis espacios, ya tengo la obligación de considerarla ¡amiga mía!
Sabes perfectamente, mi insprescindible Amistad, quepara mí eres algo más que siete letras; sabes que verdaderamente para mí eres un profundo y valioso sentimiento; una hermosa sensación en el alma, una acariciadora paz en el corazón. Conoces muy bien ¿quién mejor que tú? que para mí una persona amiga es aquella a la que quiero, en la que confío, con la que me confieso, con la que comparto, con la que bromeo sin maldades, con la que río y lloro, a la que acudo, la que me respeta, la que sé que, pese a todo, nunca me fallará y siempre, esté donde esté, lejos o cerca, siempre estará a mi lado. Esa persona será mi amiga, sea o no de mi propia sangre, cohabite o no conmigo, coincida o no en mis cercanías, comparta o no mis obligaciones. Si, con esa persona eternamente te compartiré, mi bella y alada Amistad.
Y también sabes, mi querida dama llamada Amistad, y en esto tienes que volver a perdonarme, que esas personas que por circunstancias casuales de la vida, coincidan conmigo, en lugares y tiempos, trabajos y estudios, vecindad y ocio, no tienen porque ser amigo mío, aunque como tú bien dices, y en eso ambos estamos de acuerdo, tampoco por defecto tiene porqué dejar de serlo.
Mi querida bella Amistad, comenzaba diciéndote que para mí, la palabra amigo tiene una profundidad enorme, y tú, que me conoces mejor que nadie, con todos me doy la oportunidad de compartirte, pero aquél que nos falla o nos rechace por una sola vez, aquél que nos vuelva la cara y aquel que nos deje en evidencia, sin derecho ni motivo, aquél digo... nunca, nunca podrá ya compartirnos, mi querida Amistad; sabes que podré perdonarlo, que podremos compartir labores y espacios, que dialogaremos, y que incluso bromearemos, pero ya nunca nos tendrá, ¿verdad, mi bella y amada Amistad?
Perdona enamorada Amistad, sé que estas letras no serán de tu agrado, pero de nuevo tenía que confesármete, porque cada trocito de ti que pierdo con alguien, me entristece el alma, y hablarte me consuela.
Este tuyo de ti para siempre, mi amiga AMISTAD."
de mi viejo blog "La Inocencia Perdida"
Manolo Navarro
fotógrafo
