11 de mayo de 2008

Germinando: cuarto creciente



No creo en las supersticiones, no creo en el destino prefijado, no participo de las mismas ideas de aquellos que cantan y vociferan que todos nacemos con el camino marcado y con fecha de caducidad; no creo en las líneas de la mano, ni en las bolas de cristal, ni en los echadores de cartas; no creo en la suerte ni por supuesto en la mala suerte, aquélla a la que justificamos por aquel gato negro que se nos cruzó en el camino; ni creo en el negro porvenir por pasar por debajo de unas escaleras, ni por pisar sal, o por tener peces en casa. No creo, sencillamente no creo.

Mi fe ciega se enmarca en la casualidad, esa es mi fe terrenal: LA CASUALIDAD (algún día escribiré algo sobre mi otra fe: la celestial). Todo es fruto de la bendita casualidad y para mí esa es la compleja realidad material. Hoy salgo de casa y no sé como llegaré, (si es que llego) pero no porque siga las líneas de un camino prefijado, sino porque mi marcha será casual, y será ella de la que dependerá mi destino. Nací de mis padres por pura e inocente casualidad y casualmente fui hijos de ellos y no de otros; por casualidad tuve unos determinados profesores de niño; de casualidad encontré pareja, y de casualidad engendré a tres hijos y no a otros; de casualidad llegué a este hermoso blog, y por supuesto.... de forma casual moriré.

El mundo, este mundo que cada día que pasa menos respetamos, nació por fruto casual; componentes químicos mágicos y divinos hicieron que esta hermosa realidad naciera de la propia causa de nacer; en definitiva: de la casualidad. Y así fue germinando el fruto de los frutos y la vida de las vidas.

Hoy, con mi fotografía elegida, “germinando en cuarto creciente” represento por un lado la Luna casual que tenemos como compañera y que nos mantiene vivos; por el otro, esa casualidad concebida de forma metafórica: la fecundación paternal del óvulo materno; ¿acaso hay casualidad más grande que un determinado espermio, entre tantos y tantos, alcance (él, precisamente él y no otro) el óvulo para fecundarlo? ¿Porqué él y no otro?, muy sencillo, todo fue fruto de la bendita casualidad.

De mi vieja y desapareceida Inocencia Perdida

Manolo Navarro
fotógrafo

9 comentarios:

  1. Gracias por tan bella reflexión, cuántos pobres gatos negros se habrán mirado sus patitas sin entender como funcionan sus malvados poderes...

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  2. Me encanta la manera en que mencionas casi todos los actos que dan mala suerte.
    Yo creo que las cosas ocurren, efectivamente, por casualidad, pero también pienso que esa casualidad ocurre por algo,porque todo en este mundo tiene un por qué.
    Aún así, por la cultura que nos envuelve, hay aspectos que consideramos de mala suerte, aunque sea de manera inconsciente.
    La explicación que has dado de la fotografía ha sido genial.
    Muchos besos

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  3. Magnífica entrada, y como siempre, increíble foto. Muchas gracias.
    Un abrazo

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  4. Muy buena entrada ^^.
    Yo la verdad es que soy de las supersticiosas, y de no ser porque una vez me leyeron la mano y todo lo que dijeron sucedió sinceramente no creería en esas cosas, pero en hechos me baso.

    Un saludito

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  5. Buenas! muchas gracias! es un placer que mi fotografía guste y reciban piropos de todo un experto y profesional! He estado viendo por internet algunas de tus fotos de boda, que envidia...más de una vez me he descubierto rondando la catedral con mi cámara "acechando" a los novios que van siempre acompañados de su fotógrafo oficial!
    Sin duda cuando organicemos una quedada (y digo organicemos refiriendome al grupo de fotografía de la escuela de arquitectura, que es con los que suelo salir ) te avisaré, un placer y encantada también de conocer tu fotografía!
    Un saludo

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  6. Casualidad o destino? Difícil elección... como todas en la vida! La casualidad nos mueve como títeres en el maravilloso teatro de la vida! Y nos mueve a su antojo, entrelazando casualidades que van definiendo nuestros destinos!
    Muy bonita la entrada! La fotografía preciosa, una de mis preferidas!
    Un besito muy fuerte!
    Y gracias a las casualidades que hicieron que tú y mamá os conocierais y otras tantas que nos han hecho llegar aquí!

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  7. Maravillosa reflexión, esperanzadora y tranquilizadora.
    Algunos prefieren montarse el mercadillo para lo que tan lógicamente tu has explicado.
    Genial.
    Ya veo que encontrasta a Amanda P.
    Saludos Manuel

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  8. Casualidad... no sé, tal vez solo creo en lo que no se puede evitar, y lo que no se puede evitar tal vez no está escrito o tal vez lo está pero no en mi mano...
    Kisses

    P.S. Hoy es Martes 13, y personalmente me encanta que hoy llueva.

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  9. La casualidad son como las olas del mar unas van y otras vienen o mucho mejor tú eres un barco y hay tienes el agua para navegar por dónde quieras.El agua no te llevará tú llevarás al agua .....

    En fin la Canina seguirá cavilando ............

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